El 23 y 24 de septiembre, a ritmo de jota aragonesa, con sonido de castañuelas, sonrisas y zapateados, la educación celebró su fiesta en el Palacio de Congresos de Zaragoza y FECAPARAGON, disfrutó de ella.
En este IV Congreso Internacional de Educación, las familias tuvimos la gran suerte de escuchar a personas que desnudan su alma, que cuentan su experiencia en las aulas y que en un gran gesto de generosidad la compartieron con toda la comunidad educativa allí presente.
Y es que se habló de motivación de retos, de digitalización, de aprendizaje-servicio, de sostenibilidad, de cooperación de puertas abiertas, de derribar muros… los que separan las clases, pero también los que se construyen en nuestras mentes. En definitiva, que las familias también hemos de estar abiertas al cambio en las metodologías, en las programaciones y currículos… abiertas a educar para la vida, desarrollando el pensamiento crítico en nuestros hijos e hijas y dando rienda a esa curiosidad que lleva siempre a explorar y a descubrirse uno mismo, a los demás y en el entorno.
Nos quedamos con la atmósfera creada en estos dos días, llena de calidez, cercanía, emoción y mucha ilusión de profesores y de alumnos acompañados de sus familias mostrando su trabajo, proyectos, ideas…creando sinergias de colaboración, intercambiando opiniones y porqué no, seguro que el nacimiento de nuevas propuestas y encuentros.
FECAPARAGON da las gracias a todos los que lo hicieron posible, desde el Departamento de Educación por su organización hasta cada uno de los colaboradores y participantes que nos hicieron vibrar, reír, aplaudir, creer y soñar.